Cocaína: inteligencia, controles y decomisos en alza
Cargamentos que se detectan en Misiones o que pasan por la provincia y son incautados en otro punto del país son el resultado de una compleja combinación de factores: Colombia multiplicó la producción del estupefaciente, grupos narco brasileños se instalaron en Paraguay y eligen esta sustancia ante la caída de los mercados internacionales para la marihuana y, en la búsqueda de nuevas rutas, los puertos uruguayos se constituyen en la nueva salida a Europa y Estados Unidos.
El 29 de julio efectivos de Gendarmería Nacional detectaron y detuvieron a una camioneta Chevrolet Tracker en la localidad de Azara. Si bien el rodado estaba en apariencia vacío, el can antinarcóticos reveló que tenía drogas y los uniformados rápidamente detectaron la pintura nueva e irregularidades en la estructura.
Las incautaciones de estupefacientes en Misiones son habituales, pero esta logró sorprender. En total se detectaron 72 kilogramos de cocaína ocultos en dobles fondos, lo que significó el segundo mayor cargamento de la historia de la provincia, luego de los 83 incautados en 2019 en cercanías a Puerto Iguazú.
El procedimiento se enmarca en una seguidilla de incautaciones de esta droga, bajo diferentes modalidades -además de los autos envainados, encomiendas o mulas se detectó cocaína líquida- en la provincia de Misiones.
Los mayores productores de esta droga, se sabe, son Bolivia, Perú y Colombia. Y todo lo que se produce allí viaja principalmente a Europa, donde las ganancias son millonarias. Pero como gran mercado en Sudamérica aparece Brasil -segundo país donde más se consume en el mundo después de Estados Unidos- y luego Argentina.
En este mapa de la droga, Paraguay es un gran corredor. El polvo blanco ingresa principalmente desde Bolivia para luego avanzar a los destinos mencionados. Entre otras cosas, esto explica la instalación de las organizaciones narcocriminales como el Primer Comando Capital (PCC) en suelo guaraní.
Un kilo de cocaína en la región se puede pagar entre 2.500 y 3.000 dólares y se puede vender en el Viejo Continente a entre 28.000 y 30.0000 dólares. Esto, más el incremento del autocultivo y las políticas de legalización de la marihuana, la han convertido en el negocio más rentable. La marihuana pasó a ser, en palabras de una funcionaria de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), la “caja chica del crimen organizado”, que además ahora se inclina al contrabando de armas.