30 octubre, 2024

Estudiantes igualó ante Racing y ambos están expectantes en el certamen

El “Pincha” y la “Academia” no se sacaron ventajas e igualaron sin goles en el estadio UNO de La Plata, en uno de los cotejos por la fecha 3 del torneo de Primera División.

 

Las emociones llegaron en el final. También, la adrenalina. Por la expulsión de Zaid Romero y dos situaciones que dejaron a Racing al borde de la victoria en estas diagonales. Fue un espasmo celeste y blanco en el epílogo de la noche. El empate, a fin de cuentas, fue el resultado que mejor se adapta al juego que se desarrolló en La Plata. Estudiantes se mostró más enérgico en la primera etapa, pero no pudo aprovechar su momento. Y terminó con bronca. Por las situaciones desperdiciadas y por los dos goles anulados en posición adelantada. Finitas, es cierto, pero offsides a fin de cuentas.

De ida y vuelta, con llegadas y un ritmo intenso. El primer tiempo en el estadio Uno tuvo todos esos condimentos, pero faltó el gol. Estuvo más cerca Estudiantes, incluso a pesar de resignar la posesión a favor de su rival. Si Javier Correa hubiera estado un poquito más afilado, el equipo de Eduardo Domínguez habría sacado ventaja en esos cuarenta y cinco minutos iniciales. La falta de precisión a la hora de definir, las manos de Gabriel Arias y una posición adelantada milimétrica conspiraron contra el éxito del atacante entrerriano.

Racing tuvo un gran problema por las bandas, especialmente por el sector que defendía Gastón Martirena. Gustavo Costas eligió al uruguayo porque tiene una buena proyección, es un punzante. Sin embargo, trepó mucho, desequilibró poco y sufrió a su espaldas porque Francisco Zapiola lastimó por su lateral, generando dificultades para Tobías Rubio, el stopper por derecha que quedaba desarmado.

Por la izquierda, justamente, llegaron las mejores situaciones de Estudiantes en el arranque. Zapiola metió dos pelotas bárbaras para Correa. Primero, definió al cuerpo de Arias. Después, cabeceó desviado. Más tarde, el propio Correa sacudió el travesaño en un contraataque que pudo ser letal para la Academia.

Costas eligió el mismo esquema que le dio éxito ante Tigre, el 3-4-1-2 con Juan Fernando Quintero suelto, pero optó por un solo centrodelantero, Adrián Martínez. Para acompañar a Maravilla, el técnico se inclinó por Santiago Solari. Y le faltó peso arriba. Cuando el delantero nacido en Campana jugó con Roger Martínez o Maxi Salas, se complementó mejor.

Hubo algunas buenas sociedades entre Agustín Almendra y Quintero, pero se juntaron poco. Lo mejor de Racing, entonces, se dio cuando el ex Boca asistió a Martirena, el uruguayo llegó al fondo y el anticipo de Martínez no terminó en gol porque Matías Mansilla achicó a tiempo.

Por momentos, pareció partido Racing. Y Estudiantes lo aprovechó con contraataques bien directos. A bordo de un 4-2-3-1 con un buen manejo de José Sosa en el centro, preocupó a Arias. Correa tuvo otras dos posibilidades: un bombazo de media distancia que tapó el arquero neuquino naturalizado chileno y un mano a mano tras un pase de Eros Mancuso que resolvió con categoría. Sin embargo, el juez asistente Gerardo Lencina levantó la bandera y marcó el offside.

En el segundo tiempo, hubo otro gol anulado, un tiro libre de José Sosa que Federico Fernández cabeceó un paso adelante. Fue mucho más claro que el anterior, pero el clima se empezó a calentar.

Entonces, llegó el show de los cambios. Salieron Zapiola y Axel Atum y entraron Javier Altamirano y Pablo Piatti para tratar de darle mayor amplitud al equipo. Costas tardó un rato más en modificar la estructura. Con el ingreso de Salas tuvo más vigor adelante, pero fue más profundo por la izquierda con el pibe Ignacio Galván. Terminó jugando Tobías Rubio en el medio junto a Leonel Miranda y Bruno Zuculini dejó la cancha cansado, lejos de su mejor nivel físico y futbolístico.

La expulsión de Romero por un planchazo a Martínez (vía VAR) envalentonó a Racing, que no lo ganó porque Enzo Pérez cruzó el disparo de Sosa y la pelota reventó el travesaño. Porque el tiro libre de Juanfer se perdió apenas afuera por unos pocos centímetros. Así y todo, el punto de visitante tiene más valor que una actuación que tendrá puntos por mejorar.

Redacción: Clarissa Llorente

 

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